La Palabra y la Paz
Autor: Antonio Bascones
Traducido al inglés por Silvana Gordillo González
Algo que siempre he defendido es el poder de la palabra como medio para llegar a la paz. Las personas pueden tener ideas contrastadas e incluso contrapuestas, pero nunca enfrentadas. La palabra siempre actúa como bálsamo, como perfume que une a los individuos. Esta capacidad del ser humano, para comunicar a través del lenguaje, es fundamental en la transmisión de emociones y sentimientos. Siempre se ha utilizado esta técnica como método de curación para ayudar a las personas enfermas. Esta capacidad de empatía, de relación entre las personas, es la mejor manera de entablar una relación. La conversación es el nexo de unión entre familias, amigos, extraños y conocidos.
En las famosas tertulias, donde imperaba el diálogo a través de la palabra reflexiva, realizadas en los cafés, con literatos y humanistas se obtenía esta relación intensa entre las personas.
En la calidad de la palabra y de la tertulia, la transmisión del conocimiento toma cuerpo de naturaleza y de esta manera el diálogo y la tertulia sirven para que del maestro emane el saber. Un cerebro que no puede proyectarse a través de la boca y de la palabra es baldío pues como decía Blas de Otero «me niegan el pan y la palabra», que señala la expresión más intimista y personal del hombre; el maestro no se escapa de estas directrices.
“Si me ofreciesen la sabiduría con la condición de guardarla para mí sin comunicarla a nadie, no la querría.” decía Lucio Anneo Séneca. La palabra sirve para eso: para la transmisión del conocimiento y a través de él para llegar a la paz.
Todos, a nuestro nivel, deberíamos hacerlo. La conversación es lo más sagrado de las personas y debemos tratar de estimularla y acrecentarla. Las relaciones humanas pivotan, en gran medida, en la palabra.
Hay tres cosas en la vida que se van y no regresan jamás: las palabras, el tiempo, y las oportunidades. La palabra pronunciada, la flecha lanzada y la oportunidad perdida sería otra manera de ver las cosas.
La palabra puede, en ocasiones, basarse en el concepto de autoridad en sentido de autoritas, donde los valores morales impregnados de honradez, aportarán su dosis de ejemplo en un marco de edad, antigüedad y experiencia. Con la autoritas se huye del autoritarismo, en el que se posee el poder sin autoridad, son aquellos que lo ejercen careciendo de facultad para ello. Ejemplo claro es el dictador que cree que con solo su palabra puede ejercer el poder. Si aquella no va acompañada de valores, no sirve para nada. No convence, solo vence.
Con la palabra reflexiva y prudente se transmite el conocimiento que puede ser vehiculado en cualquier lugar. No es necesario hacerlo en uno específico, los sabios griegos utilizaban el ateneo combinando el paseo y la tertulia.
«Os he rogado que vinierais a verme para que tengamos un cambio de impresiones», dijo Hipócrates a sus invitados. Esto es la tertulia con sus efectos positivos en el intelecto y en el cuerpo. Si a esta tertulia le añades el valor moral de sus saberes, entonces tienes al maestro, que no al simple intelectual, que por otro lado es imprescindible.
Hay una frase de Martin Luther King que, al leerla, me ha impactado y dice así: «Nuestras vidas empiezan a acabarse el día que guardamos silencio sobre las cosas que realmente importan». La palabra en este aserto, es la protagonista directriz.
El hombre culto no guarda silencio, afirma, dice, expone y trata. Intenta encontrar soluciones a los problemas pues nadie encuentra una solución si no la busca. Nadie encuentra lo que no busca, esto es un axioma incuestionable. Y para encontrar un remedio al problema no solo es necesario buscar sino, también, hablar.
Entiendo, pues, que sin utilizar la palabra convenientemente, no podremos llegar a un punto donde la transmisión sea efectiva. La universidad es ese lugar mágico, donde esta se realiza y por ello debemos, con todas nuestras fuerzas, defenderla, apoyarla y acrecentarla. En esa transmisión del saber, los universitarios, tenemos una gran responsabilidad y podremos influir en el cambio de actitudes, dando respuestas positivas a los grandes problemas de la sociedad.
Biografía del Autor:
El Dr. Bascones es el Presidente de la Real Academia de Doctores de España. Es Doctor en Medicina, Doctor en Estomatología, Licenciado en Ciencias Biológicas. Ha dictado numerosos cursos en la Universidad Complutense de Madrid, University of Pennsilvania, la Universidad de Córdoba (Argentina), entre otras. También se ha desempeñado como Presidente del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la Primera Región (12 años), Presidente de la Sociedad Española de medicina Oral (8 años), Vicepresidente de la Sociedad española de Periodoncia (4 años). Adicionalmente, es el autor de 36 libros, 14 capítulos y 400 artículos de la especialidad. Ha sido conferenciante internacional en más de 400 Congresos, director de tres revistas y diversos proyectos de investigación. Director de 50 tesis doctorales todas ellas calificadas con Sobresaliente cum laude por unanimidad y algunas de ellas de Doctorado Europeo y Premio Extraordinario. Dirección de 61 tesis de licenciatura. Autor del Tratado de Odontología en 4 tomos y 5000 páginas.